Opinion: Ahorrar energía es simple y es un deber ciudadano

La iluminación representa 19% del consumo energético total del planeta.

En tiempos de estrechez energética, cabe la pregunta ¿por qué no prevenir en vez de lamentar? La crítica realidad que vive el país es tan sólo un eslabón en la situación mundial actual, en la que el cuidado y respeto al medioambiente tiene un rol protagónico. La iluminación representa 19% del consumo energético total del planeta. Si sólo en Latinoamérica disminuyéramos el consumo en 40%, se podría ahorrar cerca de 6 millones de euros anuales, o 15 millones de toneladas de CO2, u 80 millones de barriles de petróleo, o 30 centrales hidroeléctricas de 2 MW. La misma medida a nivel mundial, arroja ahorros anuales por 550 millones de toneladas de CO2, 1.560 millones de barriles de petróleo, lo que equivale a 530 centrales hidroeléctricas de 2 MW. Chile vive una delicada situación. Pero disminuir el consumo energético en el hogar es fácil, simple y rápido. Sólo tiene que cambiar sus actuales ampolletas tradicionales por unas de eficiencia energética. No le tomará más de dos minutos y el ahorro puede ser de hasta 80%. Tienen una vida útil de 6.000 horas y, si bien son lámparas de mayor costo inicial, ahorran en energía a lo largo de su vida, el doble de su precio. Si todos los chilenos hiciéramos este ejercicio, el resultado salta a la vista.

Otra buena alternativa es seguir los consejos del Programa País de Eficiencia Energética (PPEE), entidad con la cual Philips ha trabajado en conjunto desde 2005, desplegando una serie de proyectos educativos y de ayuda social.

Algunos consejos: pinte las paredes y mobiliarios de colores claros, reflejan mejor la luz (5% de ahorro); apague y desenchufe luces y aparatos que no se están usando (entre 10% y 20% de ahorro). Es nuestro deber como ciudadanos estar conscientes del impacto que significa la implementación de una adecuada política de eficiencia energética.

Recuerde: utilizar tecnologías de eficiencia energética en iluminación tiene un impacto positivo directo en el medioambiente, porque las emisiones de C02 de las ampolletas tradicionales son mucho mayores versus las eficientes.

Por: Pascoal Koutras en Diario Financiero

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