miércoles, 2 de enero de 2008

Carta de Sara Larraín a El Mercurio

Debate energético
Señor Director:
El debate sobre la inconveniencia de represar los ríos de la Patagonia ha derivado en comparaciones injustas entre las alternativas energéticas. Los interesados en mantener la matriz energética atada a la hidroelectricidad y al carbón -negocios que conocen- pretenden igualar los impactos sociales, ambientales y patrimoniales de un embalse o una termoeléctrica con los supuestos "impactos estéticos" de la generación eólica. En el caso del carbón, existen suficientes estudios que coinciden en los impactos de su combustión con tecnologías convencionales: lluvia ácida y graves daños a la salud y la producción agrícola. La Unión Europea calcula para la generación a carbón costos sociales y ambientales de 20 a 50 euros por kilowatt/hora, que paga la sociedad por enfermedades cardiorrespiratorias y muertes, ausentismo laboral, distorsiones en el precio de la tierra, etcétera, a lo que hay que sumar las emisiones de gases de invernadero, que se estiman entre 600 y 900 gramos de CO2 por kilowatt/hora, de acuerdo a diversas tecnologías de combustión -cogeneración, carbón pulverizado, etc.- y el ciclo de vida de dichos procesos.
En el caso de la energía eólica, en cambio, los costos ambientales y sociales se estiman en apenas 2,6 euros por megawatt/hora, y su emisión de gases de invernadero es nula en la generación y muy baja en la fabricación, transporte y montaje de torres, turbinas y aspas.
La contundencia de las cifras mencionadas es incontrarrestable, y por eso es probable que los fotomontajes de tendidos eléctricos en la Patagonia -que motivan la sorna de algunos- se queden cortos a la hora de mostrar impactos. En tiempos del imperio de la ironía y la ficción, tal vez sea necesario regresar a la realidad, a riesgo de que nos parezca demasiado "cruda", y fotografiar sin ayuda de programas computacionales los daños causados por las represas del Alto Bío-Bío, que incluyen erradicación de comunidades indígenas, condena a Chile en la Corte Interamericana, la inundación de cientos de hogares en la Provincia de Concepción en inviernos pasados, e incluso varias muertes.
A esto hay que agregar las emisiones de metano de las grandes represas, las que son significativas en zonas de climas cálidos y los impactos sobre los glaciares en zonas australes al aumentar la temperatura debido al espejo de agua en las cuencas donde se encuentran. A la pérdida de territorio se suma la interrupción del cauce y los golpes de agua. El sector eléctrico debe entender que la estabilidad de la matriz eléctrica requiere diversificación, lo que implica abrirse a todas las formas de generación, especialmente las limpias y de mayor aceptación social.
SARA LARRAÍN
Directora del Programa Chile Sustentable

Etiquetas: , , , , ,